La necesidad de utilizar los cubrebocas, para combatir la pandemia, ha provocado que se conviertan en un accesorio imprescindible a lo largo de estos años. El cambio de obligatoriedad anunciado hace unas semanas, ha dado lugar al síndrome de la cara vacía. Una sensación de desprotección que ha permitido que ciertas inseguridades afloren. En este nuevo artículo de